Autor: Javier Cortez Alanoca (*) El Consejo Municipal de la Capital, Sucre, determinó suspender de sus funciones, a Jaime Barrón, el alcalde elegido en las elecciones del pasado 4 de abril, por tener un proceso judicial iniciado por el Ministerio Público, hace dos años , por el tema de la humillación racista y el maltrato a los indígenas, precisamente el 24 de mayo de 2008. Según los miembros del Consejo Municipal, en un 50 por ciento compuesto por elementos del MAS, determinaron aplicar la norma, establecida en el Estatuto Municipal, el cual en su artículo 48 establece que, “las autoridades en ejercicio que tuviesen un proceso judicial abierto, estarían en la imposibilidad de ejercer sus funciones, hasta someterse y terminar con el mismo, para determinar su culpabilidad o inocencia”. Como consecuencia de ello, fue elegida como alcalde interina Verónica Berrios del MAS, perteneciendo al partido opositor al del alcalde cuestionado, lo que ocasionó fuertes enfrentamientos entre ambos bandos políticos. La Ley de Municipalidades número 2028 de 28 de octubre de 1999 es absolutamente clara y prolija, el articulo 48, se refiere a la suspensión temporal del alcalde y refleja que el mismo será cesado de sus funciones por existir en su contra un auto de procesamiento ejecutoriado, el cual procederá a su restitución o reincorporación en caso de sentencia absolutoria o declarativa de inocencia. La oposición, al cual pertenece Jaime Barrón, desconoce y no acepta la suspensión y grupos de choque afines al burgomaestre, hirieron a varias personas y mantuvieron encerrados a los concejales. El 24 de mayo de 2008 (en vísperas del grito libertario de Chuquisaca), se congregaron en la plaza principal varias decenas de indígenas, para recibir al Presidente Evo Morales Ayma, pero grupos cívicos los torturaron, los hirieron, les obligaron a desnudarse y a ponerse de rodillas, para besar la bandera chuquisaqueña y la de su partido, en ese entonces Jaime Barrón dirigía al Comité Cívico de Chuquisaca. El testimonio de Epifanio Vallejos, una de las víctimas, es bastante contundente e ilustrativo, “me hicieron andar de rodillas, me golpearon con un palo, me dijeron “a este indio hay que matarlo”, nos empujaron en todo el trayecto hasta la plaza principal, estaban…la alcaldesa Aideé Nava, junto a Savina Cuellar (la prefecta), Fidel Herrera y también Jaime Barrón…” Por lo tanto, la situación que ameritó la destitución de Barrón se entiende perfectamente, el consejo municipal no hizo otra cosa que “aplicar la norma”, cualquier otra interpretación que buscan darle a la Ley, los opositores y allegados al ex alcalde cuestionado son simplemente una sarta de “chicanerías” y recursos criollos e inverosímiles, que en absoluto se encuadran en una normativa lógica y coherente. El tratar de encontrar los “tres pies al gato”, el de pretender tapar el sol con un dedo”, el de justificar lo injustificable, valiéndose de artimañas no logrará evadir a la verdad, pura y sencillamente.
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