Saíd Villavicencio Jaldín (*) Fuente: Bolpress.com. Área Opinión. 2002-09-18
"Yo sólo sé que no sé nada", es la frase eviterna de Sócrates en su cacería del conocimiento y, por ende, la virtud concretizada en aceptar la propia ignorancia. Sin embargo, este pensamiento con más de 24 siglos vida, en la sociedad actual ?donde el culto a lo superficial, ilusorio y fugaz gobierna los sentidos y la conciencia de los consumidores y clientes? está condenado por los sabios de la nada al rincón del olvido. Hoy, parafraseando a Enrique Santos Discépolo, ¡cualquiera "es" periodista o ¡cualquiera "es" comunicador!
Sin duda alguna, el campo del periodismo y la comunicación social (como una rama de las ciencias sociales), se ha convertido en el interregnos más invadido y, desde luego, más ultrajado por profanos de toda laya, cuyo denominador común es la de ni siquiera sospechar, el abecedario técnico?instrumental de su repertorio específico y, lo más nocivo, su absoluta ignorancia de los principios éticos que socavan y maculan los valores más nobles de esta profesión. Este cuadro, ya muy agrisado, se torna más dramático en Bolivia, pues desde la infancia de la república, los letrados ?con excepciones honrosas: Gabriel René Moreno, Alcides Arguedas, Franz Tamayo, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes, Sergio Almaraz, Guillermo Lora, Marcelo Quiroga Santa Cruz, entre algunos otros, al margen de cualquier consideración ideológico?política?, casi siempre abogados ?convencidos de ser "doctores" sin serlo? pueblan las páginas de los periódicos.
Hoy, junto a los abogados, eclosiona una orgía de economistas, auditores, administradores de empresas, ingenieros, filósofos, profesores, artistas, deportistas, modelos, curas, adivinos, cantantes, cocineros, amas de casa... quienes pugnan por hacerse visibles en el escenario de los medios, convencidos que hacer periodismo o comunicación social, se sintetiza en escribir o hablar lo que sea y difundirlo. Sería recomendable que todos ellos y los por venir ?prisioneros de sus irrefrenables impulsos periodístico?literarios? escuchen y aprendan de Horacio Guaraní cuando dice "podrá llegar a cantar, pero nunca a ser cantor". La crítica es difícil y doblemente difícil la autocrítica. Por ello es importante subrayar el derecho de las libertades ciudadanas ?de pensamiento, de expresión...? que tenemos todos los hombres y mujeres. Asimismo, es importante subrayar la necesidad de cultivar el periodismo especializado ?económico, jurídico, literario... ?, cuyo pilar fundamental es la investigación, entre los comunicadores y periodistas que ejercen de forma legítima esta profesión, pero que, en general, reflejan, al menos falta de conocimiento temático y paupérrimo manejo de recursos teóricos sobre las áreas concretas de las cuales extractan la información periódica, e incluso, en ciertos casos, pareciera que algunos adolecen de analfabetismo funcional, que los expertos identifican al primer asomo (lo ideal es que un comunicador, además sea profesional en el área que cubre ?economía, abogacía, literatura, medicina...).
Sin embargo, la "usurpación de funciones" de los profesionales de la comunicación y el periodismo, es inadmisible y debe ser combatida ?de forma paralela?, no sólo por los comunicadores sociales y periodistas, sino por todas las organizaciones locales, regionales y nacionales que nos agrupan, así como por las instituciones de la sociedad civil comprometidas con el servicio a la verdad y la construcción de una sociedad con verdadero rostro humano. Estamos a tiempo de ser protagonistas de nuestra propia historia y abandonar la cómoda trinchera de ser pedigüeños de milagros o la despreciable actitud de fabricar jeremiadas, caso contrario los usurpadores de la comunicación y el periodismo: ignorantes en todo y sabios en nada ?negación grotesca de los filósofos helenos de la antigüedad, quienes plantaron las piedras fundamentales y primarias de la construcción del conocimiento de las ciencias, y se desenvolvían, con soltura, en diversos escenarios de las ciencias naturales, sociales, exactas?, que ignoran hasta su propia ignorancia, habrán triunfado y, con ello, podría morir la sabiduría del "yo sólo sé que no sé nada".
e-mail: saidvillavicencio@yahoo.com Licenciado en Ciencias de la Comunicaciòn y Economía (UMSA-La Paz).
Siga adelante con sus artículos.
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