Por: Rudy Guarachi
Se ha visto y escuchado las voces del pueblo implorando el mejoramiento de la seguridad ciudadana. Este problema no surge ahora sino que es algo que entra en la cotidianidad social, poco a poco este problema fue madurando indiscriminadamente sin ninguna restricción seria tal vez a causa de malas políticas municipales y nacionales.
La población estalló con mucho enojo, furia y desesperación al conocerse que dos periodistas de Radio San Gabriel fueron víctimas de los cogoteros. Aunque todavía no se ha esclarecido el caso fue suficiente para que la gente empiece a reunirse en colectividades masivas, para exigir seguridad ciudadana y una propuesta todavía más extrema la pena de muerte para delincuentes.
La población estalló con mucho enojo, furia y desesperación al conocerse que dos periodistas de Radio San Gabriel fueron víctimas de los cogoteros. Aunque todavía no se ha esclarecido el caso fue suficiente para que la gente empiece a reunirse en colectividades masivas, para exigir seguridad ciudadana y una propuesta todavía más extrema la pena de muerte para delincuentes.
El pueblo Alteño se hizo escuchar y sentir estos días, la ola delincuencial creció de manera masiva y es que la policía no da abasto para el control de una ciudad de más de un millón de habitantes. Al mismo tiempo provocó que diferentes grupos sociales de otros departamentos se pronuncien y empiecen con protestas compartiendo la misma convicción de pedir seguridad en las calles.
El estado se comprometió a combatir este problema con la implementación de sanciones severas, pero de qué sirve si nuestra policía no tiene los recursos necesarios y hasta básicos para combatir la delincuencia.
Publicar un comentario