Rojo es el corazón, porque a cada latido en mis venas esta aquella emoción que me hace vibrar por la selección.
Amarrillo es la riqueza, de cada paso que doy en el fútbol, con el trofeo brillar como el campeón de mi nación.
Verde es el campo donde gira el balón, sin importar el clima nosotros juntos brillamos como el sol.
Por: Maria Elena Tintaya Sanchez / Sueño de Campeones
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