Por:
Raul Catari Yujra, periodista Sueño de Campeones
Lluvia,
sol y viento, los vendedores revenden las entradas a su gusto. Se paran en las
esquinas, se codean entre ellos, anuncian desesperados en medio de los hinchas
que también llegan desesperados por una entrada o boleto, se aprovechan de los
inocentes que creen que el estadium está lleno. "Las últimas entradas que
me quedan", son algunas frases que esgrimen los re-vendedores de entradas
para un partido de fútbol quienes son los que más gritan y se mueven por
afueras del estadium.
Pero al mismo tiempo, en la previa de los
partidos los hinchas llegan bandera en mano, corazón abierto para darle una
mano a su equipo. La venta de la ropa deportiva cruje alrededor del
estadium. Automóviles estacionados en fila igual que los hinchas atrasados
en las puertas del estadium. Las transmisiones radiales de fútbol invitan
a un gran partido, unos hinchas que llegan con su radio canchera, otros
escuchan por sus celulares. Todo es fiesta, todo es ilusión, todo es
euforia entre los amantes del fútbol que quieren ver triunfar a su equipo, pero
sobre todo ver un espectáculo candente de jugadas maravillosas.
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